jueves, 27 de febrero de 2014

CARTA DE UN PADRE A SU BEBÉ NO NACIDO


Nadie me escucho, nadie me considero, no te reprocho porque no te quisiste quedar pero si te tengo que decir que en donde quiera que estés, que una simple palabra en una hoja basto para cambiar mi vida al saber que pronto llegarías, que los días fugaces que estuviste a nuestro lado fueron los mejores de nuestras vidas aunque el colapso pronto llego y me hiciste llorar como nunca.



No te reprocho nada y sabes que aun se me destroza el corazón al ver tu calcetincito amarillo, tal vez siempre me preguntare y siempre tendré la duda de cono hubiera sido, no sabes el dolor tan grande que siento al acercarse el mes en el que llegarías, nada es más difícil que vivir sin ti y sin saber cómo serian tus ojos, tu pelo, tu piel, tu olor, sabes que en minutos me hice a la idea de que no me dejarías dormir pero no me enojaría contigo te lo juro, no te reprocho nada pero te perdiste de dos padres excelentes, amorosos, trabajadores que se hubieran desvivido por ti, te perdiste de una casa hermosa de un jardín bello, de muchos juguetes y tal vez un perro, de dos pares de abuelo como no los hay.
Alguien comento que tu estas destinado para nosotros tal vez no en ese pedacito de carne pero en espirito dicen volverás nuevamente eso no lo sé; pero si es así sabes que te estamos esperando y serás bienvenido.

Aquí todo es tan igual, la vida pasa normal pero te juro que en mi corazón siempre estarás siempre pensare en ti, si no te hubieras ido sería tan feliz bebe.

Tu papá.


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