Hay un par de
reglas básicas para el cuidado de la piel,
pero seguirlas puede ser bastante difícil. En ocasiones estás tan cansada como
para lavar tu cara que simplemente te olvidas de tu rutina. El problema con
esto, es que le estás haciendo muchísimo daño a tu rostro sin darte cuenta. Es
más fácil seguir un par de trucos diarios que tener que solucionar algo más
serio posteriormente.
También tenemos un
par de costumbres que afectan nuestra piel sin darnos cuenta.
¡Nos estamos haciendo daño sin fijarnos! Si quieres saber todo lo que estás
haciendo que te está causando granitos sin darte cuenta y te gustaría hacer
algo para solucionarlo, tenemos un par de consejos para ti.
Checa
esto:
· Dormir
maquillada: Si tuviste un día largo y difícil, y
estás súper cansada, seguramente lo último que pasa por tu mente es
desmaquillarte. Podría parecer algo insignificante, pero estás tapando tus
poros al dormir con maquillaje. De hecho, un sólo día puede afectar tanto que
podrías amanecer con un par de granitos.
· No lavar tus
almohadas: ¿Sabías que las fundas de nuestras almohadas acumulan muchísimas
bacterias con el paso del tiempo? ¡Seguro no quieres poner tu cara en medio de un montón de bacterias! La clave está
en lavar y cambiar tus fundas una vez a la semana.
· No humectarse lo
suficiente: Nuestra piel necesita cierta cantidad de humectación e hidratación
para mantenerse saludable. Incluso si tienes piel grasa, la humectación puede
disminuir la producción de grasas en la piel, debido a que si tu piel se seca,
se confunde y piensa que necesita producir grasa para compensar la falta de
humectación.
· Humectarse
demasiado: Así como la falta de hidratación es súper dañina
para tu piel, también es posible humectarse de más. El secreto se encuentra en
buscar el balance ideal para tu tipo de piel y asegurarse de que no te falta
hidratación, pero tampoco te sobra.
· No lavar tus
brochas: La mayoría de las chicas nunca lavan sus brochas, pero no se dan
cuenta de que esto está afectando su piel. Si usas esas brochas todos los días,
estás recolectando bacterias tanto de tu piel como de tu maquillaje y
depositándolas una vez más en tu rostro. ¡Lava tus brochas una vez al mes!
· Tronar barritos: ¡Todas lo
hemos hecho! Pero es algo increíblemente malo. A menos de que tengas un granito
que está totalmente listo para salir, mejor no toques tu cara. Y cuando sea
así, hazlo con cotonetes para evitar lastimar tu piel. Lo mejor siempre es
evitar tocar tu rostro, especialmente cuando tienes las manos sucias.
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