valiosos que somos para Tí. Ven a nuestra vida con tu
palabra creadora y haz de cada uno de nosotros un templo
de oración y adoración.
Señor, Padre, escucha nuestros ruegos porque...
¿ Quién nos va a dar seguridad, si Tú no nos tomas de la
mano; como un papá lo hace con su Hijo pequeño?
Haz que seamos sencillos y humildes, para que recibamos
tu Reino como pan de cada día. Que como San Francisco, a
cada hombre podamos llamarlo hermano, para permanecer
en tu Paz como hijos tuyos en tu casa, durante
toda nuestra vida.
Amén.
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