Fresas: Sabemos que este método es de los más efectivos y consiste en machacar una fresa y cepillar los dientes con los pedazos de esta. Si decides poner en práctica esta receta, lo más aconsejable es que después cepilles perfectamente bien tus dientes con la pasta dental de siempre.
Naranja: Frota perfectamente bien tu dentadura con la parte interna de una naranja.
Bicarbonato de sodio: Pon sobre tu pasta dental un poco de bicarbonato de sodio y posteriormente cepilla tus dientes de la forma en que lo haces habitualmente.
Carbón: Haz un poco de ceniza de carbón y cepíllate bien los dientes con ella, el mismo resultado lo tendrás con un poco de tortilla quemada.
¡Lo que definitivamente no!
Muchas recetas sugieren que limpies tu dentadura con un poco de jugo de limón, pero ni se te ocurra hacerlas, pues el ácido del limón puede afectar tu esmalte y darte resultados contraproducentes.
Recuerda que ninguna de estas recetas se compara a los tratamientos de limpieza y blanqueamiento dental que te ofrecen los dentistas, así que si continúas con el problema, lo mejor es que acudas a visitar a uno.
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