Las mil y un melodías que compartíamos día a día pretendiendo simbolizar de manera exacta cada estrofa con nuestra realidad, con el amor que sin miedo alguno veíamos flotar cada vez que nos observábamos lentamente después de cada beso.
Era cada vez más insignificante los “adiós” porque sabíamos que jamás podríamos estar separados, la distancia era una figura que jamás tomaba forma ni para ti; ni para mi, las frases buscadas, y los encuentros deseados eran lo que hacía de nosotros los seres más felices.
De pronto, el tiempo es lo de menos, la sensación sigue siendo la misma, las fuerzas son iguales, la pasión es indestructible y lo que siento por ti es cada vez más inquebrantable. No sé si es un sueño, una ilusión vaga, una realidad anhelada, o simplemente no sé si esto es amor, ¿y tú?
Era cada vez más insignificante los “adiós” porque sabíamos que jamás podríamos estar separados, la distancia era una figura que jamás tomaba forma ni para ti; ni para mi, las frases buscadas, y los encuentros deseados eran lo que hacía de nosotros los seres más felices.
De pronto, el tiempo es lo de menos, la sensación sigue siendo la misma, las fuerzas son iguales, la pasión es indestructible y lo que siento por ti es cada vez más inquebrantable. No sé si es un sueño, una ilusión vaga, una realidad anhelada, o simplemente no sé si esto es amor, ¿y tú?
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