El amor; aquel que un día llego a su corazón como un relámpago en la oscuridad, hoy desvanecía en una cama fría de hospital.
Tantos años compartidos, muchos secretos que bajo un techo creado con esfuerzo los unía en el lazo de la pobreza y la riqueza, la fidelidad, el amor y la dicha, pero no tardo en oscurecerse el cielo, tras los años vividos que hoy vienen a la memoria de un hombre quien no encuentra consuelo.
Te acuerdas amada mía cuando nació vuestra primer hija… murmura en el oído de la mujer. y como si ella entendiera lo que sus labios pronunciaban se veía reflejada una lagrima que se perdía en unos labios fríos, pálidos y sin aliento.
Mientras unas cuantas fotos en las manos de un buen esposo resbalan de sus dedos sin fuerzas… Abatido a Dios le pide en un su silencio, no dejando de tomar la mano de su amada.
“Como enfrentare la vida, si me quitas parte de ella. Mi esposa es mi impulso la razón de mi caminar, sin ella el mundo se me viene abajo, ya no quiero la vida sin ella a mi lado”.
El hombre se queda dormido por un instante abrazando a su amada, mientras el silencio que invadía la habitación de aquel hospital se irrumpe por un sonido al cual asisten enfermeras y médicos…
Pero es tarde, aquella mujer no responde ante las reanimaciones de los profesionales que la asistieron. Y el hombre se quiebra, llora y se arrodilla rememorando las imágenes en su mente desde el día en el cual conoció a quien fue parte de su carne.
El hospital se vuelve más frió, no hay palabras que puedan romper el
hielo, del corazón de un hombre que ya no tiene sustento. Han pasado solo dos meses el hombre aquel ya no come, no ríe, la felicidad se escapo como un velero que ha partido, y solo en la costa del lamento ha quedado.
hielo, del corazón de un hombre que ya no tiene sustento. Han pasado solo dos meses el hombre aquel ya no come, no ríe, la felicidad se escapo como un velero que ha partido, y solo en la costa del lamento ha quedado.
El hombre aquel que perdió parte de su alma, perece en un suspiro, dejándose morir ya en este lecho no hay sentido.
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