martes, 5 de noviembre de 2013

MUJER: DI NO AL ABORTO

Mujer: Di no al aborto
La honestidad y la honra ha sido algo que siempre nos ha preocupado a las mujeres, en estos tiempos modernos, cuando pensamos ilusamente que nuestras hijas nos lo dicen todo, ¿nos lo dicen todo? Pienso que no, porque nos guste o no, los hijos tienen cierto grado de independencia, especialmente cuando los padres trabajan y ellos quedan a merced de sus propias decisiones.
Como madres, damos por sentado que las enseñanzas impartidas han sido absorbidas por nuestras hijas, que saben reconocer por si solas lo que está bien o no, pero esas niñasque aún no terminan de florecer a nuestras espaldas, ya practican el sexo, muchas veces con irresponsabilidad.
Sabemos que los jóvenes tienden a ser impetuosos, que se dejan llevar muchas veces por sus impulsos y emociones, la joven se siente enamorada y así, sin darnos cuenta la hija, la que ante nuestros ojos es aún inocente y sin malicias se encuentra sola y con una serie de conflictos emocionales, y aun así la defendemos y protegemos, lo que muchas veces se ignora, es la batalla interna de la niña adolescente, cuando se da cuenta que sus actos inconscientes dieron sus frutos y se encuentra EMBARAZADA. En esos momentos sólo piensa en ocultar su embarazo ante sus padres, familiares y amigos, el “producto de su deshonra” recurre muchas veces al “consejo” que la ayude y no falta por supuesto el consejo de “la buena amiga” que la guié a tomar la medida más rápida: EL ABORTO. ¿Pero es el aborto la mejor solución? Puede parecer que sí, que es lo mejor que se puede hacer, ¿pero hemos pensado que Sólo Dios es quien tiene el derecho sobre la vida humana? De cualquier manera que sea, se está intentando ejercer un derecho que no nos corresponde, porque como mujeres cristianas sabemos que el dar o negar la vida no es ni debiera ser una opción de nosotras.
En esos momentos se piensa egoístamente en ocultar o mantener una imagen que obviamente se perdió en un momento de deseo fugaz que pudo ser evitado. ¿Pero qué pasa cuando los padres por fin se dan cuenta? ¿Estarán dispuestos a apoyar a su niña que próximamente se convertirá en madre? ¿O querrán también destruir la vida de un inocente?
Como padres ha de ser desbastador pensar que la niña de 14, 15 o 16 años, se hace de repente mujer, que se ve de repente próxima a dejar de ser la “señorita de sociedad” la estudiante fina y delicada, la niña de casa, la nena de papá, ¿qué van a decir las amistades? Miran sus sueños de ver a la hija convertida en una mujer profesional y legítimamente casada, rotos o estropeados por la llegada de un bebé y muchas veces piensan que es mejor buscar la solución mas inmediata: EL ABORTO. Lamentablemente no es un fenómeno exclusivo de la joven inmadura e inconsciente, se da también en la mujer adulta quien piensa que por tener más años y más experiencia en la vida, o por estar casada, sus excusas pueden ser aceptadas o con valor, y que deefinitívamente las excluyen de “culpa”.
La mujer soltera no está dispuesta a ser madre soltera, por “el qué dirán” no quiere estropear su futuro, no quiere o no puede interrumpir una carrera profesional casi a punto de ver culminarla, y más aún, no quieren perder su imagen ante la familia o amigos, piensa en cómo será la reacción de los padres, ¿Por qué entonces como mujeres conscientes y preocupadas de un futuro, no lo pensaron antes? Las farmacias están abarrotadas de medicamentos, de métodos en todas las formas y colores para evitar un embarazo no deseado, es mucho más fácil prevenir que quitar la vida a un inocente, cuyo único pecado es sentirse protegido en el lugar más seguro del mundo:
¡EL VIENTRE DE LA MADRE! Sin importar las circunstancias en que un bebe fue concebido, tenemos la obligación de respetar la vida, especialmente si se trata de un ser inocente que no pidió venir al mundo, y si fue concebido dentro o fuera del matrimonio, mujeres afrontemos las consecuencias de nuestros actos, promovamos la vida del más débil, los hijos son el regalo más hermoso que Dios en su infinito amor nos ha dado, defendámoslos cuando los veamos amenazados, aún de nosotras mismas.
El bebé es un ser humano como tú y como yo, tiene derechos de ser respetado, amado y más que todo, tiene el derecho de ser protegido por ti.



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