Y dijo Dios:
Si nadie te ama, mi alegría es amarte.
Si lloras, estoy deseando consolarte. Si eres débil, te daré mi fuerza y mi energía.
Si nadie te necesita, yo te busco.
Si eres inútil, yo no puedo prescindir de ti.
Si estás vacío, mi llenura te colmará.
Si tienes miedo, te llevo sobre mis espaldas.
Si quieres caminar, iré contigo.
Si me llamas vengo siempre.
Si te pierdes, no duermo hasta encontrarte.
Si estás cansado, soy tu descanso. Si pecas, soy tu perdón.
Si me hablas, trátame de tú.
Si me pides, soy don para ti.
Si me necesitas, te digo: estoy aquí dentro de ti.
Si te resistes, no quiero que hagas nada a la fuerza.
Si estás a oscuras, soy lámpara para tus pasos.
Si tienes hambre, soy pan de vida para ti.
Si eres infiel, yo soy fiel.
Si quieres conversar, yo te escucho siempre.
Si me miras, verás la verdad de tu corazón.
Si estás en prisión, te voy a liberar.
Si te quiebras, te curo todas las fracturas.
Si te manchas, no quiero que salves las apariencias.
Si piensas que soy tu rival, yo no quiero quedar por encima de ti.
Si quieres ver mi rostro, mira un flor, una fuente, un niño.
Si estás excluido, yo soy tu aliado.
Si todos te olvidan, mis entrañas se estremecen recordándote.
Si no tienes a nadie, me tienes a mí.
Si eres silencio, mi palabra habitará en tu corazón.
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